Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Cada gesto suyo era pura maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas https://bushrayxuj586044.anchor-blog.com/18942831/qué-declaró-zidane-después-del-cabezazo